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DESPEDIDA Y CIERRE --- crónica de una muerte anunciada

El pasado 15 de marzo este blog cumplió un año, seguramente más tiempo del que pensaba mantener este experimento, donde -con mayor o menor regularidad e ingenio- he ido dejando, semana a semana, mis impresiones y tonteridas varias.

Si hacemos un pequeño recuento, en 372 días de blog activo he publicado 77 entradas (con una media mensual algo superior a 6) y, en total, he recibido (incluyendo mis respuestas) 316 comentarios (unos 4 por post publicado). Hay que decir que, en alguna ocasión, he censurado entradas que no resistieron la segunda lectura escudriñante o pudorosa.

Desde una perspectiva más cualitativa, este blog ha sido el refugio de mis experiencias y sensaciones, y también viceversa.

Gracias a todos los que me habéis seguido y gracias a Google por hacer caer aquí a gente diversa buscando cosas de lo más freak a través de la red. Quizás por ello el podium de las entradas más leídas queda configurado de la siguiente manera: el bronce compartido es para "Frustración sexual" y "Debate sexista" (con 89 visitas, respectivamente) -¿somos una panda de frustrados en España?-, la plata para "Microrrelato Fnac" (94 visitas) -somos frustrados que, además, queremos contarlo, hacer pública nuestra frustración- y the winner is....... -redoble de tambor- ......... "Spleen baudelairiano" (148 visitas) -encima nos las damos de dandies.

En fin, amiguitos, hasta aquí llegó la travesía.

Este adiós, no maquilla un "hasta luego",

Este nunca, no esconde un "ojalá",

Estas cenizas, no juegan con fuego,

Esta ciega, no mira para atrás.

 

Nos leemos, quizás, en otro lugar. 

DUBLIN-MADRID-ZARAGUAZA --- crónica del regreso a Irlanda

Después del trasiego semanal –que todavía no ha acabado-, por fin he encontrado un hueco para resumir brevemente mis vacaciones en Dublín.

Salí de la T1 de Barajas la tarde del sábado 7 de marzo, aunque yo estaba empecinada con que el avión salía desde la T4 y estuve a punto de perder el vuelo –a pesar de que llevaba en Madrid desde la mañana-, conseguí apresuradamente comprar el encargo que me habían hecho los compis desde Dublín, dos botellas de Brugal y un paquete de tabaco de liar Golden Virginia, en la cola de la puerta de embarque meto los enseres en la maleta, guay, me cabe, p’adelante. El tipejo que controla el tamaño de las maletas antes de embarcar me dice que tengo que meter el bolso también en la maleta porque se considera segundo equipaje de mano y sólo se permite uno, será mamón –antes de mí había dejado pasar a tres tías con voluminosos bolsos sin rechistar-, protesto, no me sirve de nada, me aparto de la cola y, como puedo y mientras digo reiteradamente: “me cago en la puta, me cago en la puta...”, consigo meter el bolso a presión. Rompo una cremallera de la maleta. Mierda. Por lo demás, el vuelo sin altercados. Ya en el aeropuerto de Dublín me esperan P. y X. con globos, qué majos. Está lloviendo. Cogemos un taxi y vamos a casa donde nos espera la fiesta de cumpleaños de H., su compañera francesa. Acabamos la fiesta a altas horas con un pedal bastante considerable como compañero de almohada.

Al día siguiente nos toca recoger todo el desaguisado de la fiesta. También llueve –es Dublín-, vamos a comer a un bufete chino y, como cuando estuve en esta ciudad dos años ha me gané –merecidamente- la fama de glotona, considero que no debo desmerecer, y me pongo como el Kiko –que debía ser un tío que se ponía tibio también...-, luego de compras por Pennyes y poco más. Día de entrenamiento.

El lunes 9 nos las dimos de kulturetas y decidimos visitar la National Gallery of Ireland, con la pareja capicúa de amigos españoles formada por E.&E. que, en ese momento, todavía no habían desistido de la aventura irlandesa. Buscamos un Picasso, “Bodegón con mandolina”, que se anunciaba en la guía, pero no dimos con él, pensamos en decir que habíamos venido de España expresamente para admirar la obra del malagueño y montar un cirio en la galería, pero al final nos cortamos. Después fuimos a comer y a divagar un rato sobre temas varios. Intentamos arreglar el mundo, pero cuando salimos a la calle todo seguía igual y la tasa de paro no había descendido ni la escolarización de los pequeños nakeritos había aumentado.

El martes 10 entramos un poquito más en materia, fuimos al Parque Phoenix, uno de los parques más grandes de la Europa urbana, y uno de los más grandes del mundo, con un total de 712 hectáreas, es más grande que Central Park en Nueva York y Hyde Park en Londres. Estaba completamente verde, como todos imaginamos Irlanda. Después del lunch, visitamos el National Museum of Ireland (Museo Nacional de Artes Decorativas e Historia, ubicado en el Cuartel Collins o “Collins Barracks”), que alberga una colección de objetos de plata, cerámica y vidrio, armas, muebles, objetos de la vida cotidiana tradicional, prendas de vestir, joyería, monedas y medallas; además de una exposición itinerante sobre Arte Asiático. Me gustó más la National Gallery del día anterior –soy más de óleos-, pero el museo estuvo entretenido también. Después de la lección de historia, necesitábamos un poco de reanimación, así que nos dirigimos a Bow Street para visitar la Old Jameson Distillery, fundada por John Jameson en 1780. Allí degustamos el whiskey irlandés por excelencia –y eso que a mí el whiskey no me va nada- y aprendimos las etapas para conseguirlo, esto es: almacén del grano, malteado, molienda, maceración, fermentación y destilación; todo el proceso explicativo aderezado con los chascarrillos facilones –y repetidos- de la guía. Pero moló. Para rematar la jornada, y una vez que recogimos a Mr. X. de su curro, nos dirigimos al Distrito 6, a la zona de Rathmines, para cervecear en una típica taberna irlandesa e ir haciendo boca para degustar una buena ración de sushi en Tippenyaki Restaurant, un japonés de culto situado en Castlewood Avenue, donde se puede cenar a la vez que observas el proceso de elaboración de la cena y los camareros hacen malabares con los útiles de cocina. Aquí tampoco dejamos de pimplar, un vinito blanco puso la guinda a la noche.

El miércoles 11 visitamos Malahide (Mullach Íde, en irlandés, El Promontorio de Santa Ira), un pueblito suburbano de 25.000 habitantes ubicado en el Condado de Fingal, a 16 kilómetros al norte de Dublín, en la línea del tren a Belfast. Después de comer y ser atendidas por un camarerito bastante interesante –superficialmente hablando-, visitamos el castillo, vimos de repente un pavo real merodeando por los alrededores del mismo –pero se asustó en cuanto le enfoqué con la cámara- y varias ardillas huidizas. Estaba amaneciendo y el paisaje ante nuestros ojos evocaba recuerdos, memoria y tiempos pretéritos. Me encantó.
El jueves 12 cogí el vuelo para Madrid –aunque por un error logístico, casi me piro a Turín-, donde estuve merodeando, también de okupa –en mí línea- hasta el domingo.
Como acontecimientos destacados allí, y abreviando que es gerundio y ya toca que soy un puto peñazo, el viernes 13 comí con E. en un sitio que ella y yo sabemos cercano a la parada de metro de Mar de Cristal y por la tarde nos fuimos de compras por Hortaleza, me dio un ataque consumista y me compré un par de libros feministas en una librería gay a la que fuimos a caer de casualidad, una edición bilingüe español-inglés de “El Principito”, dos maxi-anillos, dos camisetas misándricas y un reloj. Después de superar la crisis, nos fuimos a la exposición de Weegee (1899-1969) en el Edificio de Telefónica de Gran Vía, un mapa en blanco y negro de la vida neoyorkina de los años 30 y 40, a través de 270 fotografías realizadas por el artista. El mito de Weegee creció gracias a su relación con la policía de Nueva York, de ahí su extraordinaria habilidad para llegar el primero al escenario de la tragedia, fotografiando casi siempre escenas dramáticas, como accidentes automovilísticos o incendios, arrestos o asesinatos de gánsters, aunque también fotos de borrachos, fiestas de personas corrientes o gente del circo.

El sábado 14, y con este día ya acabo, fui a comer con mi hermana al Retiro, el ambiente que hay en ese parque los sábados es increíble, actuaciones, gente tocando los bongos, muchos padres con niños, mucha gente joven, hacía un sol tremendo y yo de vacaciones, tirada en la hierba haciendo fotos a las musarañas y a nuestras caras, qué más se puede pedir. Visitamos el Palacio de Cristal, con la exposición de Josiah McElheny, “Espacio para un universo isla”, una escultura de cinco elementos realizados en aluminio cromado y vidrio soplado, que representaban la noción del “multiverso”, una eterna expansión de universos en perpetua aceleración hasta el infinito. Me gustó la idea. La ciudad estaba llena de vacas, la Cow Parade, yo quería hacerme fotos en todas las que encontrara, pero al final no me salí con la mía, y sólo conseguí un muestrario algo reducido de la exposición itinerante. Por la tarde, fuimos al Prado, donde vimos la expo titulada “Entre Dioses y Hombres”, esculturas romanas del Albertinum de Dresde (sátiros, apolos, afroditas...), que, contrariamente a lo que pensaba, me encantó. Para finalizar, por la noche quedé en Sol con dos amigos para ir a tomar algo a una tetería (rechazando una propuesta de orgía en Malasaña que siguió en pie hasta úlima hora :-P), el taxista que me llevó iba fumado, como él mismo dijo, tenía “una risilla provocada por los efectos del hachís”, “buen rollito, buen rollito...”, se descojonaba, se metió en dirección prohibida, cuando pasamos por San Bernardo dijo que era la calle del Mastín, “jajajaa, buen rollito”. Dios, estaba acojonada, respiré cuando me dejó en Sol. Kilómetro cero.

Y al día siguiente, vuelta a Zaraguaza. Y a la cruel routine.

SON MIS AMIGOS

Madrugada de sábado, 1:35 de la mañana, de un 7 de marzo de 2009. Volvemos del cumpleaños de la Roci, filóloga triste -dice-, aunque yo no me lo creo. Cada vez que celebramos este tipo de acontecimientos en el grupo, doy gracias por tener los amigos que tengo. Porque los momentos a su lado hacen que la vida sea mucho más placentera de lo que ya nos sugiere a simple vista.

Mañana cojo el AVE por la mañana para llegar a Madrid, comer con mi hermana, y volar a Dublin por la tarde. Allí me espera gente a la que aprecio mucho, Pilar y cía., espero mucho de este viaje.

En la capital irlandesa estuve hace ya casi dos años, durante algo más de un mes -sacrificando Pilares mañicos 2007- y, aparte de mi querencia agresiva a la Guiness, me llevé también una amistad de carcajadas y lágrimas, de Grafton Street y Trinity College, de bongos y guitarras, agobios, resacas sanas y aeropuertos.

Ahora que las cosas han cambiado tanto, que ha corrido el tiempo repartiendo a su antojo incertidumbres y entretenimientos vitales, es el momento de volver y sentir que es un soplo la vida, un juego de encuentros y ausencias al que nos somete el dichoso azar.

Me muero por volver a compartir una Guiness y volver a divagar y versionar a Quique González partiéndome de risa en medio de la adversidad. Aunque hoy la adversidad me parezca una broma, ahora que vuelvo de estar entre amigos y me preparo para reencontrarme con más gente querida.

Será que el vino de la cena me ha alegrado el corazón.

O será que hay que sacar más esta alegría a relucir. Y dejar de lloriquear por estupideces que no nos llevan a ningún puerto.

Me voy a dormir.

Sólo quería comentar que, aunque os lo digo poco, os quiero un montón -a los que compartimos ciudad y a los que la aventura de vivir fuera nos ha separado, aunque sólo físicamente.

Gracias por estar ahí. Y perdonen la melancolía.

 

LA TEORÍA DE LA TOSTADA

Vosotros, gente del gremio que me leéis, aquellos que estudiasteis la Doble, ilustres ex-compañeros de pupitre (y, sin embargo, todavía amigos), supervivientes de la vorágine que supone seis años -en el mejor de los casos- de vida universitaria (y digo "vida" -no es una metáfora, no es la parte por el todo-, porque entre la facultad de Derecho y Económicas vivíamos y en ellas casi, casi pernoctábamos)... recordaréis aquella conclusión de las clases de Filosofía del Derecho -impartidas por el gran Manolo Calvo- que, después de mucho divagar sobre el proceso hermenéutico que lleva a los jueces a decidir, después de mucho debatir sobre iusnaturalismo vs. positivismo y demás digresiones mentales -tan tentadoras para molleras disperso-evaporadas-escasamente prácticas como la mía-, venía a decir que, al final, los jueces qué son sino personas, que el ideal de "la boca que pronuncia la ley" de Rousseau se queda en agua de borrajas cuando a un juez le sale de la manga dictar tal o cual sentencia, más o menos fundamentada en derecho, con mayor o menor discrecionalidad. ¿Y dónde queda la seguridad jurídica entonces? ¿Si los jueces son personas y, como tales, tienen opiniones, prejuicios, un concepto propio de moralidad y, cómo no, circunstancias vitales que les condicionan? Quizás un matrimonio que hace aguas, un niño que llora por las noches cual becerro en pena, una vocación frustrada de drag-queen o ganas de mandarlo todo a rodar y huir a Laponia a contemplar la aurora boreal (desde otra perspectiva menos racionalista). La teoría de la tostada venía a decir que, al final, en las decisiones de los jueces tenía más que ver si esa mañana se les había caído la tostada en el café -es decir, si habían tenido una jornada de perros- que toda la metafísica de la decisión judicial que nos queramos crear -y creer-.

Todo esto para decir que hoy "se me ha caído a mí la tostada en el desayuno", que es lo mismo que hablar de leyes de Murphy o similares. Antes de irme a currar, literal, se me ha caído el café por la encimera de mi cuarto mientras me hacía la cama (manchando libros, cuadernos, móvil... en fin, un disaster), por poco pierdo el bus de empresa, he batido el récord de los 500 metros lisos por Paseo María Agustín (y con tacones) para llegar jadeando cual perra asmática y, para materializar la tentativa, se me ha escapado el bus de vuelta -por gajes del oficio-, lo que significa que en lugar de a las 6 lo he tenido que coger a las 7 y a la mierda la clase de inglés (que empezaba justo a esa hora). He llegado a casa de una mala hostia... así que me he despojado de los tacones y he huido al parque a fumarme un piti (no fumo mucho, pero cuando lo hago me gusta el rollo "placer solitario"; no soy fumadora social ni pamplinas exhibicionistas por el estilo) y el mechero no funcionaba!!! Leches, lo que faltaba. Me he ido a los chinos de propio y me he comprado uno de color rosa fosforito. Y ya de paso, unos saladitos en el Panishop. Y aunque la idea era guardarlos, me los he comido todos.

Así que hoy me alegro de no haber seguido la vocación jurídica. Me alegro de no ser juez. Porque hoy, fijo, dictaba la pena de muerte para cualquier desgraciado que se sentase a declarar delante de mis napias, esperando que mi proceso hermenéutico se apiade de él.  

CINE EN SOLEDAD

El miércoles pasado, por primera vez en mi vida, fuí sola al cine. Y me encantó. Llegué con dos o tres minutos de antelación. Butacas numeradas. Me toca al lado de un chico joven, que se había aventurado a esparcir su campamento de abrigo, bolso, periódico, libro en mi asiento. Le digo perdona está ocupado. Me dice no no. Quita todo. Me siento. Esparzo mis bártulos en el asiento de mi derecha y a los veinte segundos un hombre de mediana edad tirando a viejuno repite el episodio anterior, en el papel que yo antes había protagonizado de "persona que va sola al cine y tiene el capricho de sentarse en la fila y en la butaca que le ha correspondido según su entrada". Aparto mis enseres. Se apagan las luces. Y empieza la peli. "Camino", por cierto. Y tras el drama que encierra, a los tres se nos escapa la risa en varias ocasiones. Y también lloramos en las mismas escenas. Y tengo un poco la sensación de estar sentada a la derecha de mi hermano y a la izquierda de mi padre. Y se acaba la película. Y los títulos de crédito nos expulsan a la calle, que nos deja huérfanos. Y el frío en la cara. Y el camino de San Fernando, un ratito pie y otro caminando, hasta casa.

Otro rato entramos en los entresijos de la peli, que ahora no me apetece teorizar (ni mucho menos polemizar), que es sábado, hace sol y acabo de dormir trece horas seguidas de puta madre.

TENGO EN LA MEMORIA LA ESTRUCTURA DE LOS LABIOS INCORRECTOS

Una ración de Quique y un poquito de melancolía (para confirmar nuestra soledad entre aparatos eléctricos...):

Hay una calle que lleva tu nombre
en la ciudad del viento
después de tanto tiempo
me harté de esperarte
y se cayó el letrero
Fin de temporada
para todos los amantes de lo ajeno
todos los teléfonos que esperan tu llamada
están ardiendo
Soy veraneante accidental
en la ciudad del viento
subo la montaña que se oculta tras el vuelo de tu falda
Tengo en la memoria la estructura de los labios incorrectos
y otra de las formas que aparecen en los mapas que dibujas
cuando te desnudas...
En todos los lugares te encuentro
en todos los lugares me siento un habitante más
en la ciudad del viento
Hay una calle que lleva tu nombre
pero no me acuerdo
después de aquel invierno
traté de encontrarte en los cafés del puerto
Fin de temporada
para los cantantes y los camareros
doblan las campanas
y las caravanas
salieron del pueblo
En todos los lugares te encuentro
en todos los lugares me siento un habitante más
en la ciudad del viento

 

BAGAJE LITERARIO 2008

Este post lo quería haber insertado en el blog los primeros días del presente año, pero, como siempre, se me ha hecho un poco tarde. Sin darnos cuenta, sin concedernos un instante de reacción, este enero silencioso está a punto de expirar su sesión (y yo con estos pelos).

Ahí va el listado de los libros leídos en 2008 (un año de cambios, un año de ojos abiertos):

1) "Experimentos con la verdad", de Paul Auster. Colección de pequeñas historietas reales y no por ello más versosímiles, ejemplo claro de que, en muchas ocasiones, la realidad supera a la ficción. Curioso y ameno.

2) "Beatriz y los cuerpos celestes", de Lucía Etxebarria. Es la historia de una chica que viaja a Edimburgo para estudiar y se redescubre a sí misma a través de su presente y su pasado. Una historia contada en constante flash-back de idas y venidas entre dos tiempos, que descubre la fragilidad de la prota, su ambigüedad sexual, la complicada relación con su madre... A mí me encantó. De hecho, después de leerlo, estaba tan flipada que se lo regalé a mi mejor amiga para su cumple, acompañando el libro con una foto de ambas en mi noveno cumpleaños. A veces, me gusta recrearme en la melancolía, qué le vamos a hacer. Y, aunque en ocasiones parezca una despegada pelotuda, también disfruto cuidando a la gente que quiero.

3) “De todo lo visible y lo invisible”, de Lucía Etxebarria. Supongo que lo enganché buscando más de lo mismo, más de Beatriz, pero sólo encontré una historia un poco cansina de “ni contigo, ni sin mí, tienen mis males remedio”. Una relación un tanto enfermiza entre la protagonista, una tipa neurótica alter ego de Etxebarria, y un joven y novel escritor provinciano –con novia rancia esperando en pueblo, incluida- es el esqueleto de la trama.

4) “Cómo potenciar tus emociones positivas. ¿Está lleno tu cubo?”, de Tom Rath y Donald O. Clifton. Jajajaaa!!! Without comments. Es un libro que regalaban con una revista. En plan autoayuda y tal... oche, qué pasa??!! Hay que leer de todo.

5) “Velocidad personal”, de Rebecca Miller. Conjunto de relatos cuyas protagonistas son mujeres. Mujeres muy distintas que afrontan la vida de modos muy diferentes, cada una en función de sus especiales circunstancias y su genuino carácter. Me remito a lo que escribí en su día en VELOCIDAD PERSONAL.

6) “La vida es un guión”, de Isabel Coixet. Interesante recopilación de artículos de la Coixet, fue un libro de préstamo, que devoré en un par de tardes. Muy recomendable.

7) “Semáforos”, de Diego Llorente (poeta y, sin embargo, amigo). Diegolo, no te quejes, que te pongo entre Coixet y Loriga, no está mal para empezar. Semáforos es una metáfora de estados de ánimo, este simbolismo nos permite intuir tristezas, incertidumbres y, cómo no, esperanzas. Todavía tengo pendiente esa crítica (cuando mi luz ámbar deje de parpadear, claro). La ciudad llena de gente, tan vacía...

8) “El hombre que inventó Manhattan”, de Ray Loriga. De este libro escribí ya en TODO POR AMOR.

9) “Tokio ya no nos quiere”, de Ray Loriga. El ex de la Rosenvinge me hizo repetir, pero con desigual resultado. Algo escribí sobre este segundo experimento (segundo para mí, porque el libro data de 1999 y “El hombre...” es de 2004; se aprecia evolución) en TOKIO YA NO NOS QUIERE.

10) “El amor dura tres años”, de Frédéric Beigbeder. Fue un regalo inesperado de una gran compi de confesiones y cervezas. Disfruto con el tráfico de libros. Me lo terminé de leer en la cola de entrada al Pabellón de Japón en la Expo, en mi visita en solitario, cuando se me ocurrió la brillante idea de ir de empalmada el mismo día 31 de agosto (día que caducaban los pases y no cabía ni un alfiler).

11) “El método (The game)”, de Neil Strauss. En general, este libro me pareció una fantasmada y una pérdida de tiempo. Me costó un huevo leerlo porque, pese a la expectativa que me creó en un principio, se hace peñazo a medida que se avanza en su lectura. Cuento con el atenuante de haberlo comprado por error (FRUSTRACIÓN SEXUAL).

12) “El lobo estepario”, de Herman Hesse. Remito directamente: DE LOBOS ESTEPARIOS Y LOBAS URBANITAS, que no quiero convertir este post en un coñazo reiterativo.

13) “La conjura de los necios”, de John Kennedy Toole. Me lo recomendaron dos amigas con bastante buen criterio, me fié de ellas, la idea de partida era también genial: "Cuando un verdadero genio aparece en el mundo, lo reconoceréis por este signo: todos los necios se conjuran contra él" (cita de Jonathan Swift). Pero el personaje de Ignatius, aunque logrado en su patetismo, no acabó de engancharme.

14) “Vivir adrede”, de Mario Benedetti. Se lo regalé a una persona que quiero mucho en un momento delicado. Pero antes tuve tiempo de leérmelo. Tengo debilidad por Benedetti, así que no seré objetiva, la obra es una deliciosa colección de relatos escritos con especial sentido poético y desde la sabiduría de una persona que cuenta con ochenta y cinco otoños en su bagaje personal (como otra que yo me sé...). Y para muestra un botón, algo comenté en ¡¡ÑA ÑE ÑI ÑO ÑU, COÑO!!

YO QUIERO TENER UN MILLÓN DE AMIGOS...

Güenasss, debate sexista finalizado, peso de encima quitado, finde trabajado y mucho tiempo perdido en Feisbuk..... Aaaaaaaaaah!!! En qué maldito momento se me ocurriría entrar al trapo?? Hasta la semana pasada, recibía invitaciones en mi correo de gente que "quería ser mi amiga", yo las ignoraba y me quedaba más feliz que un regaliz, oche. Como cuando éramos pequeños y en el patio del parbulario o en el parque, se te acercaba algún crío preguntando con timidez: ¿me ajuntas? Y tú le decías: No. Sin titubeos. Y seguías a tu rollo, ensimismado/a en tu juego autista. Y sin remordimientos de ningún tipo. 

Pero un día, un maldito día, te encuentras en casa, invirtiendo tu tiempo tontamente -en ocasiones, disfruto con esta sensación de dolce fare niente, soy asín-, y te dices: vamos a ver en qué consiste la pijada esta del Feisbuk, bah... Aceptas una de esas invitaciones pendientes "de amistad" y ya estás perdida. Cinco amigos, de entrada. Joder, vaya mierda. Veinticinco años en el mundo para tener cinco amigos?? Vaya tristeza de vida social. Total, que te pones a enviar solicitudes de amistad a todo cristo viviente, como si de un mercadillo se tratara (viva el laissez-faire)... a ex-compañeros de Facultad, del trabajo, gente que conociste en algún viaje, amigos de amigos, primos de amigos de ex-novios, vecinas de la amiga de una conocida con la que mantuviste una interesante conversación en la sala de espera del dentista... qué sé yo!!! Todo sea por mover tu página de Feisbuk, por dinamizarla, darle vidilla, no quedarte atrás.

Luego, te da por subir fotos... que si del fin de carrera, que si esa foto de fiestuki en la que me pillé una guaza tremenda y salgo tannn graciosa -eso te crees tú-, el posado-robado de la playa... Y ya no hay quien te pare. Empiezas a regalar tu intimidad por doquier. Tú gestionas el derecho a tu propia imagen. Comienzas a pasarte por el forro tu propio derecho a la dignidad. Te haces fan de Carlos Jesús, de Pozí, de Epi y Blas y de los Morancos. En dos palabras, Te-degradas.

Feisbuk te propone amigos, dice que hay gente que "es posible que conozcas". Tú dices a todos que sí, que son tus colegas... Ufff, si yo te contara la de hazañas que he vivido junto a... éste... cómo se llamaba??!! Que sí, coño, éste que es mi amigo del Feisbuk!! Amistad profunda, hermanos hasta la muerte.

Hay quien opina que el ser miembro de una red social fomenta el narcisismo en el individuo o hasta que hay algo de sectario en ellas. Pero más de 120 millones de usuarios en el mundo han sucumbido a los encantos de Feisbuk. Por no hablar de las cifras que arrojan otras redes, como Tuenti, Myspace, Linkedln o Hi5. Algo tendrán. O alguna carencia tendremos nosotros que de este modo intentamos suplir. En fin, todo en su justa medida. Feisbuk es una herramienta de comunicación, pero no dejemos que suplante a la verdadera comunicación, de tú a tú, de cerveza en mano y carcajada mandibular batiente en rostro. No permitamos que el "jajajaa" tecleado sustituya el ver los empastes de tu amigo cuando se ríe frente a ti en el bar de la esquina. Hay cosas que no tienen precio. Ni bien sustitutivo que valga.

DEBATE SEXISTA

Supuesto 1: Un amigo os dice que "después de seis meses perdiendo el culo por una tía, ésta al fin ha caido".  Pregunta: ¿Lo consideráis machista? ¿O pensáis que esta perla podría provenir igualmente de cualquiera de vuestras amigas? ¿Os desagrada el lenguaje en sí mismo o por el hecho de venir de un hombre? ¿Es una falta de respeto hablar así de una mujer?, ¿o hablar así de una persona?, ¿o simplemente es un lenguaje coloquial al que no hay que buscar tres pies? (miauuu).

Supuesto 2: Un chico lleva detrás de una chica varios años, la chica tiene novio, pero el tipo persiste en su empeño-hazaña imposible. Pasado el tiempo, la chica tiene problemas en su relación, el otro panoli (en el buen sentido) sigue ahí, a la expectativa, ella se replantea si continuar con su actual pareja o cambiar de aires, valora las alternativas y acaba dejando al novio de toda la vida por el fiel admirador con más paciencia que el Santo Job.  Pregunta: ¿Qué pensáis de ella? ¿Qué malas son/somos las tías?, ¿que vivimos cuatro días y hay que intentar ser lo más feliz posible en cada momento, al fin y al cabo el amor único (a una sola persona durante toda una vida) es un falso mito?, ¿o ninguna de las anteriores es correcta?

Supuesto 3 (sólo para chicas): Conocéis a un tipo que creéis interesante, vais a cenar, el tío os retira la silla para que os sentéis, se quita la chaqueta para que no tengáis frío, os abre la puerta del restaurante para que paséis delante, luego en casa la del ascensor...  Pregunta: ¿Pensáis que es un chico muy educado y cortés que os hace sentir protegidas (¿de qué?, ¿de quién?), halagadas, como reinonas...?, ¿o, por el contrario, pensáis que el tipo no os trata de igual a igual porque es un machista de tomo y lomo, un retrógrado, que tiene muy interiorizado el concepto de que la mujer es el sexo débil al que hay que proteger y, en consecuencia, os hace sentir incómodas (como si estuvieráis compartiendo cena con el mismo Arturo Fernández)?

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Bueno, pues las tres son, más o menos, situaciones reales-cercanas, que hemos comentado hoy, entre compañeros de curro. A pesar de ser consciente de que este mi blog no destaca por tener un gran poder de convocatoria (en cuanto a cantidad de comentarios recibidos por post publicado), en esta ocasión, especialmente, me encantaría recaudar el mayor número de opiniones posibles, sinceras, tanto de chicos como de chicas, por favor. Necesito tomar el pulso de lo que pensáis al respecto, porque yo ya no sé si soy un alien o me rodeo de gente muy diferente a mí o qué es lo que pasa. Después de vuestros comentarios, el mío, que no quiero condicionaros (ya me gustaría a mí... Guiño).

MI VIDA SIN MÍ

MI VIDA SIN MÍ

YO, MÍ, ME, CONMIGO

YO, MÍ, ME, CONMIGO

QUE TE FOLLEN... MI PAISAJE INTERIOR CONTAMINADO...

Que te follen…

Mi paisaje interior contaminado
Mi cabeza llena de pájaros enjaulados
Las paredes de mi chabola aún guardan el recuerdo
De aquellas noches de invierno follando como perros
Por si te acuerdas de mí
Te he apuntado en una barra de hielo
Mi dirección y mis mejores deseos:
Que te follen, que te follen, que te follen, que te follen…

Desde entonces espío a las parejas en los coches
Solitario y llorón, me masturbo todas las noches
Escribo canciones, me pongo de caballo
A ver si, aunque sea después de muerto, me hago millonario
Por si te acuerdas de mí
Te he apuntado en una barra de hielo
Mi dirección y mis mejores deseos: que te follen
Que te follen, que te follen, que te follen, que te follen…

 

Es una de esas canciones pegadizas que te vienen a la cabeza cuando piensas en alguien que te toca la fibra… Hoy se la dedico a dos personas en concreto... Que os follen, qué digo que os follen, que os malfollen.
Por lo demás, mi cabeza llena de pájaros enjaulados.

LA NOCHE QUE INTUÍ MI CONDICIÓN MÁS MASCULINA AL LADO DEL HOMBRE MÁS FEMENINO

La noche que intuí mi condición más masculina al lado del hombre más femenino, había niebla y los semáforos resplandecían con su luz ambar. Yo salía de trabajar a las diez y el hombre más femenino me esperaba en un lugar perdido en su cerebro. Cuando le vi de lejos, el hombre más femenino me sonrió en la distancia, con ojos fatuos. Pero no me abrazó. Al menos, no físicamente. Sin embargo, percibí su tacto cálido en la mirada. Y sentí que mi salud mejoraba. La fiebre que me había acuciado en las últimas horas, cesó. Y los transeúntes en la calle se convirtieron en figurantes de nuestra historia. Figurantes que arrastraban su cuerpo hacia alguna casa, hipotecada. Que arrastraban sus lastres, sus fobias, sus temores, por las aceras.

La noche que intuí mi condición más masculina, llevaba abrigo de cuero, botas altas, el pelo suelto y rímel corrido en las pestañas. El hombre más femenino llevaba manoplas moradas, sangre en sus mejillas y cierto temblor en la barbilla.

Y de pronto recordé que al día siguiente tenía que madrugar -apagar mis tres despertadores-, tenía que trabajar, tenía que ducharme, vestirme, levantar la persiana de mi cuarto y beberme un Nescafé calentado en el microondas de mi cocina con suelo de baldosas verdes. Y le dije adiós al hombre más femenino del mundo. Adiós, hasta luego, volveremos a vernos -quizás en algún lugar de mi cerebro, la próxima vez-, gracias por esta agradable velada, gracias por hospedarme en tu mente -por esta noche-, hace frío en la calle.

Y crucé la avenida con el semáforo en rojo. Y cuando me volví para despedirme del hombre más femenino, éste había desaparecido en la niebla. Entonces me di cuenta de que no tenía su teléfono, sólo un bombón que me regaló para endulzarme el mañana.

(Mañana me lo como, ñam, ñam... el bombón, digo, porque "el hombre más femenino" existe -no sólo en mi cerebro-, pero no me lo quiero comer)

PENSAMIENTO PARANOICO-CRÍTICO

Anoche fuimos a cenar a Barrio Sur, un restaurante pequeñito, pero no por ello menos agradable, cercano al Casco Viejo. Cenamos bastante bien y a mejor precio. Y se habló un poco de todo: de libros, conjuras, necios, mechas demasiado rubias (las mías), nochevieja, embarazos imaginarios-imposibles y noruegos vs. españoles (este tema dio mucho de sí a lo largo de la noche). Entre bocado y alegato, cayeron dos cervezas y un café con ron que puso la guinda a la cena y a tanto debate amiguil.

Luego al Foro, ese bar de ultras del Zaragoza siempre tan concurrido, tan escasamente higiénico, tan lleno de adolescentes locos por pillarse un ciego en el menor tiempo posible. Nosotros ya no tenemos edad para pelearnos por pillar sitio en la barra con niños de dieciséis, pero es una tradición chupitear allí antes de encaminarnos a la zona de bares. Así que cayeron un par de chupitos. Y por el camino hacia el Casco, una jarra de sangría compartida entre tres.

Después, Cucaracha y dos "machacaos" para cuatro personas. Y ya en la Tremenda y de individual: otra cerveza, dos vozkas con limón y un Mangaroca con lima (ya que, como me temía, no había piña). Yo no acostumbro a beber mariconadas como esta última, pero como pretendía compartir la copa, accedí a ello gustosamente.

Al final, me dejé una pasta en bebercio (mucho más que en la cena). Y es que a mí, está visto, vale más comprarme un traje que invitarme a copas.

Con semejante ingesta alcohólica, la crónica de la resaca dominguera estaba más que anunciada. Pero no. Esta mañana me he levantado como una rosa, oye. Aún me han quedado ganas de ver Babaouo, esa peli surrealista que tenía pendiente, dirigida por Manuel Cussó-Ferrer y basada en la obra de Salvador Dalí. Y os aseguro que hace falta un par para verla porque es rara de narices.

Al fin, todos tenemos derecho a la paranoia. Yo también mendigo, a veces, -porque la necesito- mi ración de pensamiento paranoico-crítico.

AMIGOS INVISIBLES

A pesar de haberme jugado una fortuna en lotería, no me ha tocado ni la postura. Sin embargo, he pasado ya por dos amigos invisibles (uno de empresa y otro amiguil) y aún me queda un tercero. Creo que es el año que en más "amigos invisibles" me he metido. En fin, todo sea por empezar bien el 2009. A todos nos gusta que nos regalen (aunque, como decía Cortázar, cuando te regalan ciertas cosas, tú eres el regalado).

Tengo ganas de Nochevieja, de copear en compañía, de que los invisibles se dejen ver y, ya que nos reunimos, demos un poco el cante.

Feliz Navipeich, amiguitos.

(aunque mañana trabajo, como buena pringada woman que soy)

TRABAJO vs. DIGNIDAD

Antes, los abuelos solían decir que "el trabajo dignifica", las abuelas recomendaban a sus nietas que buscasen "un marido trabajador". "Y limpio", la limpieza era considerada una virtud a destacar (cuando algo es catalogado como virtud es porque no abunda en demasía, seguramente el abuelo que prodigaba las bondades del trabajo era un guarro y esa alergia al H2O -que alegaba tener- era sufrida por su resignada cónyuge "hasta que la muerte les separase").

A día de hoy, llevo 17 días trabajando sin parar, sin un p--- día libre de descanso y, aunque me ducho a diario -soy chica virtuosa-, doy fe de que el trabajo no dignifica, sino que fatiga, hastía, embota la mente y pone de mala hostia (me he propuesto evitar un taco de cada dos que pretendo decir, así que aquí tocaba).

¿Qué tendrá que ver el trabajo con la dignidad?, ¿las churras con las merinas?, ¿la velocidad con el tocino?, ¿el sexo con el amor? Pues nada. Que no nos vendan la moto.

Lo que dignifica es hacer lo que te gusta, disfrutar de los lugares, de las gentes, de la comida, de una peli, de un libro, de un pijama en un sofá y un programa basura y una taza de leche con galletas Digestive... y el trabajo, en su justa medida.

Menos mal que ya sólo me quedan dos días para acabar con esta cadena de curro sin fin. El viernes, cenuki de empresa, con amigo invisible incluido. Mañana iré a comprarlo... pero que difícil es comprar algo con un presupuesto preestablecido de 5 ó 6 euros. Hoy preguntaban los compañeros: "Oye, ¿pero lo vais a hacer en plan serio o en plan gag?". Creo que, con 5 euros, hablar de seriedad es igual que hablar de trabajo y dignidad.

Ahora sólo pienso en el finde. Y en descansar. Y en fiestear. Y en dignificarme. Así. De este modo. A mí manera.

DEL ESPÍRITU NAVIDEÑO Y OTRAS MILONGAS

Resulta que la semana que viene es Navidad. Que la semana siguiente, Nochevieja. Que las calles se llenan de luces, que nuestro gaznate se llena de turrones y mantecados, que algunos "vuelven a casa, vuelveeen" y llenan la casa de recuerdos, que todos nos obligamos a hacer balance del año y a llenar la agenda 2009 de nuevos propósitos bienintencionados y no por ello más factibles. No escarmentamos.

Dicen que el índice de depresión aumenta en España un 40% en estas fechas.

Yo sigo igual, espíritu navideño inexistente, cansada de trabajar, con ganas -léase "necesidad"- de descansar, de tumbarme en el sofá a ver la tele en pijama. Algún bodrio de sobremesa o similares, que me dé ideas para escribir, argumentos que desfigurar en un papel. Hacer papiroflexia o mirar por la ventana. Mirar los ojos de los niños en el parque. O retomar el libro prestado que llevo entre manos desde hace un tiempo y que voy leyendo a trompicones en los descansos del trabajo, en el autobús o en el baño.

Tengo bastante olvidado el Plan General Contable y no tengo muchas ganas de releerlo para elaborar la Cuenta de P y G de este año escurridizo cuyos últimas migajas rebañamos. Además, los villancicos de fondo no me dejan concentrarme.

Ro-po-po-pon

Ro-po-po-pon

Ro-po-po-pon

 

Maldito Raphael.

Lo dicho, que no escarmentamos.

 

LLORAR DE FRAC, DE FLATO, DE FLACURA

Llorar a lágrima viva. Llorar a chorros. Llorar la digestión. Llorar el sueño. Llorar ante las puertas y los puertos. Llorar de amabilidad y de amarillo. Abrir las canillas, las compuertas del llanto. Empaparnos el alma, la camiseta. Inundar las veredas y los paseos, y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.

Asistir a los cursos de antropología, llorando. Festejar los cumpleaños familiares, llorando. Atravesar el África, llorando.

Llorar como un cacuy, como un cocodrilo... si es verdad que los cacuies y los cocodrilos no dejan nunca de llorar.

Llorarlo todo, pero llorarlo bien. Llorarlo con la nariz, con las rodillas. Llorarlo por el ombligo, por la boca.

Llorar de amor, de hastío, de alegría. Llorar de frac, de flato, de flacura. Llorar improvisando, de memoria. ¡Llorar todo el insomnio y todo el día!

Qué sano es llorar la vida, de vez en cuando. Ayer me dio por ésas y estuve un buen rato llorándola con la nariz, con las rodillas, con los huesos, con la memoria, con las arrugas de las manos, con las pupilas, con las ganas, con la sal en el café, con el cuerpo y el temblor en tu barbilla.

Y qué bonito lo dice Oliverio Girondo.

Al fin, llorar de frac, de flato, de flacura.

 

 

 

¡¡ÑA ÑE ÑI ÑO ÑU, COÑO!!

ÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑ

Hala, ¡¡qué ancha me he quedado!!!!!

Pues eso, que ya estoy otra vez en MaÑoland.

Ya he vuelto al trabajo, a los compaÑeros, al día al día...

Como dice el Gran Benedetti:

"Una cosa es el exilio y otra cosa es el éxodo. En el exilio lo ponen a uno de patitas en la frontera y el expulsado se va con su nostalgia a cuestas en busca de otra tierra, otros sabores, otra razón de ser. En el éxodo, en cambio, es uno el que se arranca, el que quiere ser otro.

¿Volveremos? Al menos los pájaros vuelven, o sea que tendremos que aprender a volar.

Bajo esta luna o bajo aquella, el beso de aquí se parece al de allá. ¿Volveremos? Habrá que regar con sentimientos las ganas de volver, cada una en su maceta."

YA TENGO MORRINA

Sabeis que, por cuestiones logisticas, no puedo escribir correctamente, pero todos pillais el titulo del post, verdad?? Que yo se que sois mucho listos.

Bueno, solo queria decir que hoy es mi ultimo dia en esta ciudad, que esta semana han venido dos nuevos companeros al piso (porque se ha ido el italiano), es un matrimonio venezolano y esta manana he estado hablando con el marido y es muy majo, la verdad es que es una pena que me tenga que marchar ahora (son los unicos con los que puedo hablar en castellano), aunque, por otra parte, mejor, asi puedo decir que UNICA y EXCLUSIVAMENTE he hablado english durante mi estancia aqui. Tambien queria decir que ayer fue nuestra despedida, hablo en plural porque dos amigas de clase -una italiana y una polaca- terminan hoy la escuela tambien. Quedamos con el profe, con su novia, y unos cuantos compis mas, cada uno de un sitio diferente, cada uno de su padre y de su madre, pero, oye, que buenas risas nos echamos. Cada vez estoy mas convencida que el humor es universal. Partirte la caja con una coreana y una japonesa en medio de un centro comercial no tiene precio. Que bien me lo pase. La japo que me queria emparejar con un amigo suyo madrileno, le pregunto si es "handsome"; me dice que, como yo, "handsome, tall and funny". Le digo que "thank you". Sobre todo por lo de "handsome" (se aplica solo a tios o estoy equivocada?).

Entrada la noche, brindamos -en un pub gay cercano a la escuela, todos los demas estaban llenos, pero resulto bien- en italiano, frances, polaco, japones, coreano, castellano, ingles... (creo que nada mas). Me puse ciega de Heineken (para no perder comba) y luego fuimos a cenar a Chinatown (parecia que no hubiese comido en mi vida, estaba muerta de hambre, y encima bufete, jugos gastricos para que os quiero, los puse a funcionar a marchas forzadas). Eso si, por la noche no podia dormirme, un dolor de estomago del carajo me lo impedia.

Y hoy hemos llevado a class cosillas de picoteo para los compis y ellos han tenido que componernos una cancion rimada (en english, claro). Nosotras tres -la italiana, la polaca y la mendas- les hemos hecho otra. Y ha sido la leche.

Asi que nada, que manana vuelvo, que ya estoy alli de nuevo con vosotros, que os echo de menos y, a la vez, me da una pena tremenda dejar esto. Hoy casi lloro al despedirme de la gente. Los abrazos tambien son universales -no solo el humor.

Todavia no me he ido, pero ya tengo morrina de London.