Blogia
ungradodelibertad

TODO POR AMOR

Resumen del finde:

Sábado noche: Cena en mexicano con amigas para celebrar cumple de una de ellas, puesta al día de nuestras vidas, con un indiscutible tema central: la próxima boda de L. y la previsión del juego que dará su futura suegra en la misma (asunto que, por sí mismo, daría para iniciar un blog temático).

Domingo mañana: Pasar una mañana dominguera en el rastro con tu madre puede ser de lo más entretenido; como normalmente estoy de resaca, ésta ha sido una práctica bastante nueva para mí. Me he dejado poseer por el Espíritu del Consumismo y he vuelto a casa con zarandajas varias, más o menos servibles, según momento, lugar y ganas de hacer el ridículo que se tengan.

Domingo tarde: Huida a la piscina, diez anchos en la Olímpica, más por autoimposición que por placer. Después, me he tumbado a leer para aprovechar las últimas migajas de sol de la tarde. Por fin, he terminado "El hombre que inventó Manhattan", de Ray Loriga. Lectura recomendada, a pesar de que en un principio -debo confesarlo- no me entró por el ojo. La voracidad con la que he terminado rematando el libro no me ha permitido tomar nota de las frases memorables que contiene, como siempre me gusta hacer.

Os dejo un diálogo que recoge en igual medida humor y desolación, ingredientes del tándem perfecto con el que se articula toda la novela. Se trata de una conversación telefónica entre Arnold Grumberg, maduro y solterón vendedor de pianos, con su madre, una vieja sobreprotectora y metomentodo:

-¿Has desayunado?

-Sí, mamá.

-Ya, y mi culo tiene plumas. El desayuno es la comida más importante del día, te lo he dicho cien millones de billones de veces.

-Pensaba ir luego a...

-Ya, y a veces mi culo levanta el vuelo con sus plumas de colores.

-Mamá, por favor.

-Ni por favor, ni leches. DESAYUNA.

-¿Cómo estás?

-Sola. Ah, por cierto, estuve el otro día en el cementerio de Riverdale y estoy pensando seriamente en una de esas parcelitas, cuestan una cantidad insensata de dinero pero creo que merece la pena. Hay sitio para los dos, uno al lado del otro.

-¡MAMÁ!

-Hay que hablar de esas cosas, hijo mío. Uno al lado del otro, como debe ser, no uno encima del otro, como hacen en otros sitios. Por eso sale más caro, pero es una parcelita muy mona. Tienes que venir un día a verlo.

-No creo que pueda, en realidad no creo que quiera.

-A lo mejor te parece una chifladura que una madre quiera estar enterrada junto a su hijo. A lo mejor te parece más propio que te entierren al lado de extraños. Yo sé que me voy primero y espero que tú tardes mucho en venir, pero cuando llegues quiero saber que vas a estar a mi lado. No me importa esperarte cien años, pero quiero estar contigo, hijo mío. No tengo otra cosa.

-Bueno, ya hablaremos.

-Tú tampoco tienes nada más, Arnold. Deberías tenerlo, pero no lo tienes. Siempre pensé que podías haberte casado con aquella rubia, Carla, Clara...

-Ciara.

-Eso. Me gustaba aquella chica. Era gorda, pero parecía buena.

-No era gorda, mamá, y no te gustaba, no te gustaba nada.

-Puede ser, ya casi no me acuerdo. ¿Y aquella otra morenaza? Menuda mujer. Siempre has tenido buena mano con las mujeres, tal vez demasiada. Si hubieses sido más feíto, ya estarías casado y yo tendría nietos y bisnietos. Pero eres un conquistador, Arnold, siempre lo fuiste, como tu padre; a tu padre le caían también como moscas, pero él tenía más cabeza. En fin, lo mismo da que te lo diga. Ahora ya es demasiado tarde.

-No digas eso, quién sabe.

-¿Quién sabe? Yo sé, hijo. No soy muy lista, pero se aprende mucho viviendo. Te veo, Arnold, te veo con los ojos de la mente, sé cómo eres. A ti te gusta fornicar...

-Por Dios, madre...

-Fornicar, sí, señor. Hay que llamar a las cosas por su nombre. Tú fornicar has fornicado lo que has querido, pero no es así como se encuentra una buena esposa. En fin, ya no tiene remedio. A ti no te caso. Se nos pasó esa barca y la siguiente es ya la del viaje eterno.

-Mira, mamá, tengo un día muy complicado, así que no voy a poder hablar mucho.

-Ya me imagino. Ese negocio tuyo es una locura. Seguro que ya tienes gente haciendo cola en la calle. Hay que ver cómo le gustan a la gente tus malditos pianos.

-Te interesará saber que esta semana he recibido tres pedidos.

-A veces mi culo vuela tan lejos con sus plumas de colores que lo pierdo de vista.

-Bueno, en realidad sólo dos.

-Tú sigue así, hijo mío, a tu aire, en tu mundo de la fantasía, y no desayunes y fuma y dale al café y ya verás como todavía te vas el primero a la parcelita.

-Mamá, ya basta.

-No, hijo, no basta. Si me hubieras hecho caso alguna vez, nos habría ido mejor a todos.

-He hecho lo que he podido.

-Lo sé, Arnie, lo sé. Anda, no te enfades conmigo. Tú sabes que te quiero, es todo por amor.

-No me enfado.

-Sí te enfadas, sí.

-Que no...

-Bueno, hala, vuelve con tus cosas.

-Gracias, mamá. Lo cierto es que tengo mucho que hacer.

-Lo que tú digas, Arnie. Cuídate. Te quiero, hijo.

-Adiós, mamá. Cuídate mucho.

-¿Arnie? ¿Estás ahí todavía?

-Estaba a punto de colgar.

-He dicho que te quiero, Arnie y tú me has dicho “cuídate”. No veo yo que sea lo mismo. “Cuídate” se le dice a cualquiera aunque nos importe un bledo que se cuide o no.

-¿Qué quieres ahora?

-Ya lo sabes.

-Adiós, mamá. No puedo estar todo el día...

-Dímelo.

-Mamá, por favor...

-Dímelo.

-Si ya lo sabes...

-No lo sé. Si no me lo dices, no lo sé. ¿Tú sabes cuántos años hace que no me lo dices?

-Mamá, no soy un niño. Esto es ridículo.

-Dímelo, dímelo, dímelo, dímelo...

-Voy a colgar.

-Dímelo, dímelo, dímelo.

-Tienes que ver a un médico, madre; estás perdiendo la cabeza.

-Dímelo, dímelo...

-¡Está bien! ¡Me vas a volver loco! Te quiero, mamá, te quiero mucho. ¿Contenta?

-Gracias, Arnie, y desayuna, por el amor de Dios.

 

4 comentarios

magui -

patty: Qué más sol que tú??? Ooooh, qué bonito ma kedaoooo!!!

j.: En mi caso, se estila más el rollo paterno-filial, ya lo dijo Freud...

Pekesauria: Hay que desayunar bien, Peke, siempre lo hicimos al revés del mundo, como Arnie. Ains.

Pekesauria -

Pobre Arnie, y pobre L. Jajajaja.

j.. -

las madres y las suegras..
pídele permiso a L. y pon cositas en el blog :-P

el rollo materno-filial está en boga (en mi desde el domingo, que me llamó la mía y me puso voz de decepción, ya te contaré)

besos

patty -

piscina...que envidia...yo aqui pasada por agua y con cazadora...mandame algo de sol please...