UNA DE CAL Y UNA DE ARENA
Desenpolvando mis escritos de dieciochoañera, me encuentro con esto:
SAUCES, PERROS Y AUSENCIA
Sauces que cantan mentiras,
perros que sienten ausencias,
sueños que mienten al viento,
sones prohibidos, miedo.
Calles que no tienen nombre,
madrugadas sin crepúsculo,
silencio de labios partidos,
copas de cristales rotos.
Palabras que inventan verdades,
susurros que gritan lamentos,
niños que nunca despiertan,
cunas donde duerme el viejo.
El viejo del sueño eterno,
el joven del sueño roto,
el niño que vive el presente
y yo, que vivo en tus ojos.
MI REALIDAD Sé que tu realidad no es la mía, que no entiendes mis suspiros, ni mis risas a destiempo, ni mi abrumador silencio que habla solo. Sé que divago demasiado, que me pierden mis remordimientos, mi feroz existencialismo, la noche oscura y tu mirada. Sé que tú tampoco entiendes la vida, siempre difusa, siempre inabarcable, siempre demasiado complicada para nosotros. Seguiremos desentrañando los entresijos de la pequeña magui... jeje.
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