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ungradodelibertad

MICRORRELATO FNAC

Extensión máxima: 150 palabras.

Temática: el libro.

Fecha límite: 30 de abril (oséase, hoy).

Resultado: éste:

Llegó a casa cansada de trabajar, encontró un post-it en la nevera: “Esta noche cocino yo”. Encendió la radio mientras se desnudaba, arrancándose el disfraz, esperando que ese cuerpo sirviese para algo más que para vestir ropas de Zara y ordenar latas de conserva por fecha de caducidad. Despojada de tacones y buenos días tenga usted, vio que la mesa ya no cojeaba. Se agachó para recoger un libro de tapas duras y rojas. Acarició la portada con instinto maternal.

 

No encontraba el ingrediente estrella. Caminó los pasillos del supermercado con dedicación. Preguntó a una chica, que le sonrió negando desde labios de carmín. Se dirigió a la cola, aturdido.

 

Había decidido dejar de escribir. Es difícil ver fracasar a un hijo. Arrancó las hojas del último ejemplar y las arrojó a la chimenea. Con las tapas, improvisó un tejado para la casa de muñecas que estaba construyendo.

14 comentarios

wolverine3dfx -

gracias por vuestra opinion, la verdad no escribia algo desde....el instituto?jeje pk en la uni con los trabajos de economia teniamos suficiente. Asi que bueno al menos no parece que lo haya hecho tan mal, gracias por darme vuestra opinion.

j.. -

hola wolverine (me encanta tu nombre, pero esto me pasa por ser freak :-P)

el relato me ha gustado en el sentido que es menos lírico y más fácil de entender al personaje como la acción del relato.

al igual que en el relato de magui, y en la película amelie, describes el placer de los pequeños detalles.
por otro lado semánticamente utilizas palabras complejas, abundando los adjetivos y sintácticamente los complementos de nombre, lo cual refleja el carácter descriptivo predominante, carácter que en una narración más larga podría resultar extenuante. Pero para este tamaño es suficiente.

Por otro lado dejas un final más abierto, envuelto en el misterio que se crea en torno al personaje y su mundo onírico, del cual, la reiteración al principio y al final del texto de la misma frase, en mi opinión es poco chocante. Al leer la frase final es difícil percatarse que es muy parecida a la primera, y por tanto la sensación de cierre de ciclo no se consigue.
Quizás la solución pasaría por establecer algo más original que el "los típicos humos disipantes" ya que pareces evocar a "lluvia de estrellas" :-P (es un chiste, no evoca, pero es para que me entiendas, como decir.."y todo era un sueño").

pero salvo estas crítica, estoy de acuerdo con la opinión de magui.

dos saludos

magui -

A mí me gusta, wolverine3dfx. Sobre todo, porque el libro en tu relato representa el resorte real del personaje, fuera de él "su silueta se desvanece entre la niebla". Fuera del libro: el trabajo, lo prosaico, las cadenas vitales, los atascos, los ordenadores, los semáforos en rojo, la gente y sus propias cadenas. El libro: el dulce letargo del exilio voluntario, el autismo social elegido, un puente entre las aceras y el suelo de la oficina.

Yo voy a trabajar en bus de empresa y, al principio, también albergaba la esperanza de poder leer en el trayecto, pero al final la gente o el sueño me lo impiden siempre. Por eso, el tío de tu relato me ha dado cierta envidia.

Un saludo.

wolverine3dfx -

Buenas, he visto que aqui estabais criticando..o y valorando los microrelatos y como presente uno para la Fnac tb os lo pongo aqui para ver que parece al mundo en general...
No vale insultarme!!:

TITULO: FIN DE TRAYECTO

A lo lejos, aún se podía divisar su silueta difuminándose entre la espesa niebla…
Cerré el libro que tan absorto me había mantenido durante aquellos quince minutos en tren intentando adivinar lo que me depararía mi siguiente jornada de lectura camino al trabajo. De pronto las ruedas del tren chirriaron al unísono en señal de que el viaje llegaba a su fin, despertándome de aquel dulce letargo social que aquella novela de bolsillo me había proporcionado. Lo cual hizo volver a mi mente aquellas dulces tareas que encadenan mi vida: montañas de e-mails, llamadas pendientes, aburridas reuniones, en fin, cést la vie, pensé…Fin De Trayecto.
Subí las escaleras con resignación, tome el café de rigor con el cigarrillo matutino y me acerque a la caótica mesa de trabajo. Sonreí irónicamente ante tanto desorden y encendí el ordenador.
Y mi silueta comenzó a difuminarse entre la espesa niebla…

magui -

Es jodido introducir a los personajes cuando estás limitada a 200 palabras... Veo que el microrrelato no es lo mío. No sé si ya habrán publicado los premiados. De todos modos, me presenté más por ejercicio personal que por otra cosa (mucha Nocilla había en el Jurado...).

j.. -

ahora entiendo mucho mejor tu relato magui! la idea estaba muy bien!! muy a lo Sofia Coppola, pero te ha faltado introdicción a los personajes.

y el de peke!! no se me había ocurrido barajar la hipótesis del atentado terrorista.
mi sugerencia no era literal, simplemente quería decir que el tono poético del relato contrastaba con un comienzo bastante anodino. No digo que mi frase sea mejor, de hecho no me gusta porque compromete la duración del texto y sí, pretendía ser poético (no rimbombante :-P)

besos

Pekesauria -

Bien, Meri, me parece que somos unas incomprendidas... Bueno, tras tu "speech" (qué internacional te me estás volviendo) lo cierto es que lo entiendo mucho mejor y que veo más allá... Y viendolo así está muy bien. Ahora, que no sé si al final igual el jurado piensa que tú dices que los libros no sirven para nada (misión perdida) y que yo tengo instintos asesinos incomprendidos... Bueno, que sea lo que "2" quiera.

Besines.

magui -

Último apunte respecto a mi relato: también quería reflejar el contrapunto de miras en esa pareja en crisis: mientras él utiliza el libro como pie de mesa, en acto de cuasi-desprecio, ella se siente atraída por el libro desde el instante en el que siente el tacto de sus tapas. Ahí está la diferencia de sensibilidades, que no deja de representar la gran metáfora, la diferente forma de entender la vida de ambos. Al mismo tiempo, el escritor ve fracasar al hijo, mientras ella acaricia a ese hijo con instinto maternal desde que lo encuentra.

Joerr, qué puta es la vida, eins.

Besos. Y perdonad el speech.

magui -

Pekeña reseña a mi relato porque veo que tampoco se ha entendido del todo: en resumen, la tía llega a casa cansada de currar y encuentra un libro que nivela la mesa, nada más verlo, tocarlo, la tía siente el libro... mientras tanto, ¿qué hace su mancebo? el pobre está perdido en el super sin encontrar "el ingrediente" que falta en esa relación que agoniza (es una metáfora). A todo esto, el escritor del libro se siente frustrado, "viendo fracasar al hijo" que ha creado, sin saber que, no muy lejos, hay alguien que le entiende, que tampoco es feliz y a quien podría hacer sentir "que su cuerpo vale para algo más que llevar ropas de Zara y ordenar latas de conserva por fecha de caducidad".

En suma, el relato habla de los silencios, de la incomprensión y de no ver más allá de nuestras narices. Pero, por lo que veo, me he expresado muy mal, jajaja!!

Respecto a tu relato, Peke, me ha gustado, es muy poético, y la innovación que propone j. demasiado rimbombante para mi gusto, hay que combinar sentido estético y ritmo y creo que frases tan largas hacen que este último se pierda.

Un beso a los dos.

Pekesauria -

Oh, cielos... Igual no se ha entendido lo que quería decir... Estalla un coche aparcado (que no aparcando)porque es un coche bomba... Por eso ese lenguaje del terrorismo incomprendido por muchos... Igual es un poco rebuscado, o qué?

j.. -

el estilo es muy bucólico y triste a la vez.
La primera frase no pega mucho con el tono del relato, "un día de otoño, el pequeño jugaba.." Hubiese quedado mejor "en el mes en que las verdes hojas de los árboles se sonrojan al saber el cercano fin del verano, un pequeño.." más en tono al resto del relato.

por otro lado, sería un coche aparcando, no un coche aparcado..supongo que te habrás dejado una ene, porque como no se de un cabezazo contra el coche, mal que luego sangre :-P

el relato me ha gustado más, pese a lo triste de la situación.

mucha suerte también.

Pekesauria -

Bueno, ya puestos os pongo aquí mi microrrelato de la Fnac, aunque J. miedo me da... Se titula "Caen las hojas" (Ya que el relato de "Cae la noche" me dio bastante buen resultado en el instituto, jeje).

Un día de otoño, el pequeño jugaba en la calle desierta. Tan sólo el viento le devolvía las palabras a gritos. Pero a él no le importaba. Disfrutaba con cada hoja amarillenta que se desprendía de los viejos árboles que bordeaban el paseo. Jugaba a tocarlas antes de que alcanzasen las piedras grises. Divertido, se imaginaba que cada hoja era la historia de una persona que no debía ser ignorada, como si los árboles fuesen libros que se escribían en primavera y que rompían sus hojas en noviembre, después de haberse leídos a sí mismos completamente. El pequeño numeraba las páginas que tocaba hasta que, de pronto, su voz se detuvo y su cuerpecito cayó al empedrado como consecuencia de un estruendo procedente de un coche aparcado. La tinta roja recorrió las hojas de los libros en una lengua sin sentido alguno que nadie fue capaz de comprender.

Pekesauria -

Pues a mí me gusta, j. El espíritu práctico impera sobre la propia imaginación. Hombre, sí que es cierto que el segundo párrafo descoloca un poco. Pero una cosa, no hay un tercer pesonaje, no? Es ella, en casa, la que arranca las hojas del libro que tenía puesto debajo de la mesa, o no?

j.. -

el primer párrafo me ha gustado mucho

no me ha gustado el salto en el segundo párrafo a otro personaje aunque favorece para anticipar que el tercero será diferente, pero se agradecería que en el tercero se encontrase la colusión de ambos personajes con un final sorprendente o consuetudinario al menos.

por eso no me ha acabado mucho.

por todo lo demás, mucha suerte!