EN ESTOS DÍAS INCIERTOS
La guaza adolescente del fin de semana, la resaca postergada del lunes y este martes anodino, en el que el tiempo indeciso no acaba de pronunciarse a favor o en contra, son motivos suficientes para el amuermamiento mental y el desfayecimiento físico.
Si la semana pasada fue nocturna, tranquila y asocial (sin perjuicio de la amistad que trabé con todos los autobuseros de Therpasa), ésta se insinúa como todo lo contrario.
Vuelta al murmullo de la gente y a sus comentarios y silencios, vuelta a la luz del día y sus desencantos. Vuelta a los números, los simuladores, las cuotas, los parámetros. Vuelta a los programas absurdos de la tv y a esos dos libros de Ray Loriga que tengo en la cabecera de la cama y que no me acaban de atrapar. Vuelta a las vueltas de tuerca. Al orden irritante. A la Expo, la Eurocopa, o viceversa.
A los mails furtivos sin respuesta, en el trabajo.
A las dudas y a las ganas de que vengas, para contarte que... Para contarte.
1 comentario
j.. -
menuda dosis de chocolate (legal) necesitamos todos!!